lunes, 17 de septiembre de 2012

CONFIANZA.

Una amiga, Fatima me a pasado este texto, que deseo compartir con todos.
telopegr.
Martin.


CONFIANZA:

Confía en Dios. Él hace Su Labor mucho mejor de lo que tú podrías
> sugerirle. Confía en Ti. El creador te puso a cargo de tu vida;
> seguro puedes elegir bien qué hacer con ella. Confía en el Amor.
> Porque eres Amor. El miedo es sólo un amor al que golpearon. Sánate.
> Confía en que estás en el lugar perfecto, en el momento preciso.
> Vive este presente así como es. Dios lo creó para ti y es perfecto:
> sumérgete en él, pon atención a cada detalle y siente con plenitud
> este presente, no la ilusión del presente en el que crees que
> deberías estar para ser espiritual. Si vives este presente a plenitud
> podrás pasar libremente al siguiente, sin lamentos ni indecisiones.
> Si vives atento, te darás cuenta de que se encuentra en tu corazón
> lo que buscabas en tus pensamientos.
>
> Te darás cuenta de que los tesoros del Espíritu se encuentran en las
> profundidades del presente y no en los regalos que el futuro traerá.
>
> Confía en que estás sintiendo exactamente lo que deberías sentir.
> Porque todo lo que sientes está bien, aunque sea dolor. Porque cuando
> le pones atención a la herida la energía misma te indica lo que hace
> falta para sanarla: ya sea atención, amor, perdón…o dejar de
> hurgar en ella y olvidarla. Dale tiempo, pero préstale atención. Lo
> único que necesita una herida para infectarse es que la niegues y te
> resistas a observarla. Que te duela es un acto de amor: te recuerda
> una parte de ti que necesita que le permitas ser inundada de Amor, y
> perdonada por existir. Con atención todo se sana. Con descuido, todo
> se lía.
>
> Confía en que Dios está unido a ti, y en que Te está hablando.
> ¿Cómo si no a través del dolor te indicaría lo que es necesario
> cambiar? Tú sabes que ignoras todas las demás señales. Y de hecho,
> está bien que sea así. Confía en tu corazón: si produce
> sufrimiento no es bueno para ti; aunque sepa a caramelo.
>
> Confía en que tu cuerpo es Sagrado. Redímelo. Está bien que sienta
> lo que siente. Vive con él y hónralo. Confía en que es Vida, y en
> que la vida es sabia. No te dañes y no dañes a otros. Tu cuerpo es
> más sagrado que tu mente, porque el cuerpo “es así” como la vida
> y como el Espíritu. La mente puede negar lo que ve, creer en
> mentiras, y lamentablemente, albergar muchas tonterías. Atrévete a
> ver, en lugar de creer. Y cuando veas, cambia lo que te haga sufrir.
>
> Toca en lugar de creer, y elige lo que perfuma de gozo al corazón.
> Olvida las mentiras, pero también la necedad que te ata los placeres
> que te dejan sediento.
>
> Confía en que está bien llorar y reír si así lo quieres. Hay
> muchas formas de sanar tu energía y de depurarte; y todas ellas
> están bien, y son sagradas. Eres humano: perdónate por serlo. En
> este viaje de la vida sentirás muchas cosas que talvez quisieras no
> sentir. Pero negarlas no cambiará el hecho de que las sientes. Entra
> en paz con tu humanidad. Llora si lo necesitas. Acepta lo que sientes.
> Elige bien lo que quieres. La elección está por encima de todo.
>
> Confía en la sabiduría de tu corazón. Si sueltas el dolor podrás
> abrazar el gozo. Puedes sentir que el dolor te lo ocasionan otros y
> que tienes que defenderte de ellos. Puedes creer que hay cosas que
> deben cambiar para que tú seas feliz. Yo no sé, talvez sí. Pero
> suelta el dolor, aunque duela y sientas que te puede desgarrar el
> corazón… suéltalo. No te asustes, lo que en ti se haya firmemente
> adherido, poco a poco se adhirió. Poco a poco puede ser abandonado
> también; y el momento desgarrador que esperabas talvez nunca llegue,
> si eliges con sensibilidad tu siguiente paso.
>
> Confía en que estás rodeado de las personas y las circunstancias
> necesarias para tu crecimiento. Todo pasa. Así que no creas que nadie
> ni nada durarán para siempre. Pero por ahora son ellos los enviados
>
> de Dios para amarte, y tú el enviado para amarlos a ellos. No
> engañes, no mientas, no dañes. Ofrece tus regalos de Amor; no
> esperes a que tu mente decida el momento en que el Corazón puede dar
> su Amor. Acepta el Amor que llega a ti; no esperes a que tu miedo
> decida que es momento de permitir la entrada del Amor al corazón.
>
> Pero protégete del daño, y no tengas mala voluntad hacia nadie. Todo
> estará bien. Todo está bien ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario