jueves, 4 de octubre de 2012

¿QUIEN ES FELIZ EN ESTE MUNDO?

¿QUIEN ES FELIZ EN ESTE MUNDO?
Todos buscamos el bienestar y evitamos el dolor, pero toda nuestra lucha consigue poco
y la constante preocupación no nos abandona mas que por cortos ratos de emociones
placenteras que pronto nos abandonan.
¿Como ven esta importantísima cuestión los sabios que en el mundo han sido?.
Aldous Huxley en su inmortal "filosofía perenne" ya nos advierte: "A traves del cristal
color estiércol del egoísmo todo tiene color estiércol", señalándonos que el estado de
nuestra mente es determinante a la hora de sentirnos mas o menos cómodos en la
realidad.
En la misma dirección apunta ese bellísimo proverbio taoísta que dice "Ser feliz con
poco es muy difícil, ser feliz con mucho es imposible".
El sol brilla siempre pero su luz y su calor no nos llegan hasta que las nubes de la
tormenta se disipan, del mismo modo no experimentaremos la perfección y la felicidad
que son nuestra verdadera naturaleza hasta que la miseria de la codicia y el egoísmo
sean trascendidas.
Comencemos con un texto (resumido y extractado) de Swami Sivananda que fue escrito
a principios de siglo en la India y por eso su "forma" es peculiar, aunque su fondo es
eterno:
"El hombre desea felicidad. Evita el dolor. Remueve el cielo y la tierra para obtener la
felicidad que desea de los objetos sensoriales, y he ahí que se enreda en las redes
inextricables del Mundo. jPobre hombre! No sabe que esos objetos son perecederos. Y
lo que es mas, fracasa en obtener de ellos la felicidad deseada.
El placer sensual es ilusorio. El encantamiento permanece en tanto que la persona no
posee el objeto deseado. Pero en el momento mismo en que lo posee, el encanto se
desvanece. Descubre entonces que se ha metido en un enredo.
El rico que aun no tiene hijos piensa que será mas feliz cuando tenga uno. Se preocupa
día y noche por tener un hijo, hace peregrinaciones y realiza diversas ceremonias
religiosas. Pero cuando al fin tiene el hijo, se siente miserable, pues este padece ataques
epilépticos y el tiene que gastar su dinero en pagar a los médicos. Pero ni aun así hay
curación. Así es el ilusionismo de Maia. El mundo entero esta sometido a la tentación.
Un pobre, sin embargo, tiene catorce hijos, pero no tiene como alimentarles, por lo que
se siente desdichado. Otro hombre tiene riquezas e hijos, pero uno de estos decide
hacerse vagabundo, por lo que el padre se preocupa. Aun otro hombre posee riquezas e
hijos buenos, pero su esposa es quisquillosa. Nadie es, pues, feliz en este mundo.
El juez se siente descontento, pues anhela convertirse en juez supremo. También el
ministro se siente descontento, pues desea convertirse en primer ministro. El millonario
se siente descontento, pues ambiciona convertirse en multimillonario. El marido esta
descontento porque su esposa es negra y flaca; desea casarse con otra mas guapa. Pero
la esposa se siente, a su vez, descontenta, y desea divorciarse para casarse con otro
hombre mas joven y rico. Una persona delgada se siente infeliz; desea engordar, por lo
que toma aceite de hígado de bacalao. Pero también la persona gorda es infeliz; desea
adelgazar y toma pastillas adelgazantes. Ninguna persona esta, pues, contenta en este
mundo.
El medico piensa que el abogado deber ser muy feliz. Pero el abogado piensa, a su vez,
que el hombre de negocios debe ser mas feliz. Este piensa, sin embargo, que el juez es
mas feliz. El juez cree que mas feliz que el es un profesor. Nadie es feliz en el mundo.
El emperador no se siente feliz. El dictador no es feliz. El presidente de un gobierno no
es feliz.
iQuien es entonces feliz? El sabio es feliz. El Yogui es feliz. Quien ha controlado su
mente es feliz.
La felicidad proviene únicamente de la paz de la mente. Pero esta proviene, a su vez, de
un estado de mente en el que no hay ilusión.
El goce del objeto deseado no puede producir la satisfacción del deseo. Por el contrario,
agrava e intensifica los deseos, inquietando aun mas la mente por causa del anhelo, de
igual modo que al verter aceite, el fuego crece.
Muchas personas ricas, a pesar de sus inmensas riquezas y de poseer dos o tres mujeres,
se sienten extremadamente miserables e infelices. He conocido a varios ricos
terratenientes, y todos ellos se sienten descontentos, inquietos, malhumorados y muy
desdichados. Es, pues, evidente que la felicidad no yace en el dinero, ni en los objetos,
ni en las mujeres.
La fuente de la felicidad
No existe ninguna felicidad en ninguno de los objetos mundanos. No existe una sola
pizca de felicidad en los objetos, porque estos son insensibles. Incluso el placer sensual
es tan solo un reflejo de la dicha espiritual, o del Ser. Indica una ignorancia absoluta
pensar que se deriva ningún placer de los objetos sensoriales o de la mente.
Cuando se produce un deseo en la mente, esta se llena de actividad, la mente se agita. Se
inquieta e impacienta. Y permanecerá Inquieta hasta obtener el objeto deseado. Solo
cuando se obtiene y disfruta el objeto, cuando el deseo ha sido gratificado, la mente
tiende hacia el Alma Interna. Cesa entonces de funcionar y se llena de pureza. Todos los
pensamientos se desvanecen durante apenas un segundo, y la mente descansa entonces
en el Alma Interna. La dicha del Alma se refleja en el intelecto. Pero el hombre
ignorante cree obtener la felicidad del objeto, al igual que el perro que mordisquea un
hueso seco imagina hallar placer en ello y que saca sangre de el, cuando en realidad la
sangre procede de su propio paladar.
La autentica felicidad se halla dentro de uno
La verdadera felicidad se halla dentro de ti. Se halla en el Atman. Es subjetiva. Se
manifiesta solo cuando la mente se concentra. Cuando los sentidos se abstraen de los
objetos externos, cuando la mente permanece fija en un punto, cuando dejas de albergar
deseos y pensamientos, la dicha atmica empieza a amanecer y empiezas a experimentar
la felicidad espiritual, o Ananda.
El almizcle se encuentra en el ombligo del ciervo y, sin embargo, este corre de aquí para
allá para olerlo. El collar se halla en el cuello de la damisela, pero esta corre de un lado
a otro en su busca. El valioso diamante se halla en tu interior, sin embargo corres en
vano tras los trozos de cristal. De igual modo, el océano de dicha se halla en tu interior,
la fuente de felicidad esta dentro de ti y, sin embargo, corres de aquí para allá en su
busca. El Sol de soles brilla siempre dentro de ti mismo, mas tus ojos cegados no
pueden contemplarlo. El sonido eterno resuena en tu interior, mas tus oídos
ensordecidos no pueden escucharlo.
Ve adonde quieras, a Kashmir, a Viena o a los Alpes. Da lo mismo. No hallaras
verdadero descanso. Las maravillosas vistas podrán relajar tu retina durante apenas un
segundo. Pero la atracción y la repulsión, los celos, la pasión y la avaricia están en todas
panes. Hallaras la misma tierra, el mismo cielo, el mismo aire y la misma agua. Y llevas
contigo a tu propia mente. La imaginación y el cambio de lugar han engañado siempre a
no pocos. jOh hombre! Permanece contento. Vive donde desees, pero disciplina tu
mente y sentidos. Medita en el Ser Interno incesantemente. Ahí hallaras la paz duradera.
Entonces dejara tu mente de engañarte.
El Raya Bhartrihari, el Raya Gopichand y Buddha abandonaron sus reinos y todo tipo
de objetos placenteros, palacios, música, etc., solo para alcanzar la dicha atmica
imperecedera. Alcanzaron la inmortalidad. Y ellos no eran locos. De haber habido
autentica felicidad en los objetos, habrían permanecido en este mundo. La dificultad
estriba en que los hombres mundanos, con un intelecto mundano no son capaces de
entender ni concebir la dicha espiritual supersensorial que existe mas allá de los
sentidos, la mente y el intelecto.
La dicha espiritual
La dicha espiritual es la felicidad mas elevada. Es independiente de los objetos. Es
constante, uniforme y eterna. Solo el sabio la disfruta.
El placer sensual proviene de la emoción. Pero la dicha del Alma es la felicidad del Ser.
Es la naturaleza inherente al Atman. El placer es temporal y fútil. La dicha es eterna e
imperecedera. El placer se mezcla con el dolor. La dicha es una felicidad sin mezcla.
Mantén tu mente en un estado moderado, o en el medio ideal. No la dejes correr hacia
los excesos. Algunas personas mueren por la impresión producida por una depresión
extrema, como también por una alegría extrema. No permitas que se produzca en tu
mente una alegría excesiva. La mente tiende siempre a los extremos, ya sea a la
depresión extrema o a la alegría extrema. Los extremos se tocan. Los extremos
producen una reacción. La mente no puede permanecer calmada cuando experimenta
una alegría excesiva. Haz que tu mente este siempre alegre, pero calmada.
Este mundo es una mera apariencia. La mente y los sentidos te engañan a cada instante.
Confundes el dolor con el placer. No existe una sola pizca de felicidad en este universo
sensorial. Abandona toda idea y toda lucha egoísta por amasar riquezas. Avanza
directamente hacia ese control remoto que hace moverse a estos juguetes de carne y
hueso que son los cuerpos humanos, el cual sostiene este gran escenario, pero que esta
detrás de el. Solo en Él hallaras una felicidad duradera y una alegría eterna. Fúndete en
Él practicando diariamente meditación y yapam."

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